Clonar animales en extinción.
El éxito no está asegurado. Argentina ha recorrido ya parte de ese camino. Desde que en 2003 logró las primeras vacas clonadas, ha logrado crear embriones de chitas y de tigres en peligro de extinción, colocando el material genético de células adultas de estos animales en óvulos de gata, pero falta la parte más importante: que nazca un animal. India se plantea hacer lo mismo con una especie de oso negro y otra de tigre de la que quedan muy pocos ejemplares.
Desde que en 1962 el británico John B. Gurdon demostró que era posible, la técnica de la clonación ha tenido un desarrollo lento, pero imparable.
Hasta 1996 no se logró el primer mamífero clonado a partir de células adultas. Fue la archifamosa oveja Dolly, obtenida en el Instituto Roslin de Edimburgo. A partir de este éxito, la clonación se ha convertido en una técnica de uso creciente cuya única limitación es, por ahora, económica. Su elevado coste hace que se haya utilizado solo en la reproducción de animales de gran valor económico, como sementales de toro de lidia, o sentimental, para reproducir mascotas muy queridas por sus propietarios, casi siempre millonarios.
Argumento en contra:
Aunque la clonación puede resultar decisiva para evitar la extinción total de especies que no pueden vivir en cautiverio hay que plantearse algo más. De poco servirá clonar esos animales si no se modifican al mismo tiempo las causas que les han llevado al borde de la extinción, ya sea la caza masiva de ejemplares o las agresiones al hábitat en el que sobreviven.
Argumento a favor:
El estudio de clonación de especies en peligro de extinción puede ayudar a conocer las distintas causas que han llevado a algunos animales a desaparecer. Conocer por qué se extinguieron unas especies y otras no, nos puede ayudar a conservar especies actualmente amenazadas.
http://elpais.com/elpais/2012/11/11/opinion/1352665318_630184.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario